
LA ESTRELLA
(Un cuento para Benjamín)
¿Quieres que te cuente un cuento? Ven siéntate en mis rodillas. Sabes, había una vez una princesita que quería ser dueña de una estrella y una noche fue apilando escaleras e intentó llegar al cielo. Pero como el trecho era largo, la sorprendió el día y los rayos del sol la enceguecieron. Perdió el equilibrio y fue brutal el golpe cuando cayó en el suelo. Pero ella encaprichada…quería su estrellita y buscó de mil maneras
alcanzarla, entonces invocó al hada buena, para que la ayudara…¡pobrecita!
Cuando acudió el Hada le dijo: para tenerla debes darme algo tuyo.
Llévate lo que quieras, dijo rápido la pequeñuela.
-Dame tus ojos niña. -No, son mis luceros.
-Dame tus oídos. -No, ¿cómo oiré cantar a los jilgueros?
-Dame tus manos. –No ¿cómo acariciaré a mis abuelos?
-Dame tus pies. –No, ¿cómo jugaré a la rayuela?
- Dame tu boca. – No, ¿cómo podré reír o decir a mamá te quiero?
- Entonces pequeña…no hay trato, y no insistas en que te baje una estrella.
Entonces la princesita pensó: -¡Cuántas cosas de valor yo tengo! Pensó en sus ojos, oídos, manos, pies, boca y abajando al cabeza avergonzada contestó…
-Hada buena, a la estrella… ya no la quiero.
Y sonriendo el hada le toco la cabeza con su varita y le enseñó: -Jamás quieras alcanzar alguna estrella, fueron creadas para adornar el cielo,
un día se apagará su brillo y verás que sólo es piedra.
-Disfruta los dones de tu cuerpo, que son más valiosos que el universo.
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